viernes, 15 de agosto de 2014

Los arquitectos regionalistas en Cuna, Sierpes y Tetuán



En esta entrada vamos a recorrer tres calles muy céntricas de la ciudad en las que los arquitectos de la generación regionalista dejaron su huella: Cuna, Sierpes y Tetuán. Todos los edificios tienen grado de protección urbanística “C” y figuran en el Catálogo del Sub-Sector 8.3 El Duque-El Salvador (del Sector 8 Encarnación-Magdalena) del Conjunto Histórico de Sevilla.

Se trata de doce obras de siete arquitectos:

-Aníbal González
-Juan Talavera
-José Espiau
-Vicente Traver
José, Antonio y Aurelio Goméz Millán


Empezamos nuestro recorrido por la calle Cuna y nos fijamos en un edificio del joven Talavera y Heredia en el  número 51 de la calle. Se trata de una de sus primeras obras, de inspiración modernista. Data de 1.909.





A continuación, reparamos en dos inmuebles del arquitecto Aníbal González, en los números 33 y 41 de la calle Cuna. El del número 33 es del año 1.920 y el del 41, que se llama edificio Baras Hermanos es de 1.911.

CUNA 33




CUNA 41




El edificio Ciudad de Londres, en el número  de la calle es todo un clásico. Es del año 1.914







Según la web del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) es un


Edificio levantado entre 1912 y 1914 buscando una notable significación en su entorno que resaltara el aspecto comercial, para lo que se recurría a una denominación original que lo identificase y a una imagen arquitectónica derivada de un lenguaje que apostaba principalmente por una recargada ornamentación, con un exagerado neomudéjar- plateresco, derivados del palacio de las Dueñas y de Casa de Pilatos, utilizando elementos no siempre acordes entre sí, que se supeditaban a un resultado final de cierta exhuberancia formal y fuerte poder escenográfico, utilizando ladrillo visto combinado con estuco, vanos geminados, pilastras con exhuberante decoración y todo un amplísimo repertorio formal






La actual remodelación que está sufriendo el inmueble (2007) hace temer que su interior ha sido alterado de forma definitiva (ya había sido reformada la planta baja), sin mantener elemento alguno original, reservando para el futuro únicamente la imagen exterior como recuerdo del primitivo edificio. Corresponde al que se ha llamado primer regionalismo sevillano, en el que Espiau milita con esta obra, junto a la reforma del Salón Lloréns y el posterior edificio La Adriática.

Es una de las cuatro aportaciones de Espiau al "Concurso de fachadas de casas de estilo sevillano", de 1912, con que el Ayuntamiento ponía en práctica la idea de Francisco Javier de Lepe (1910) de premiar las casas con un estilo local, del que estaba expresamente alejado el modernismo.


De la calle Sierpes vamos a centrarnos en cinco edificios. En primer lugar nos vamos al número 40 de la calle, donde en 1.911 José Gómez Millán proyectó la sombrerería Maquedano.





Dice la web del IAPH que


Ocupando el bajo y los dos pisos superiores del edificio que José Gómez Millán construyó en 1910 en la esquina de las calles Sierpes y Rioja, Sombrerería Maquedano pertenece aún a la familia que la fundó en 1919. Se sitúa por tanto en el centro comercial de Sevilla más característico, siendo la calle Sierpes todavía referente de la arquitectura y del tipo de comercio que aquí nos ocupa.
La planta del local es trapezoidal de escasas dimensiones, incluyendo además la escalera de caracol que comunica con los pisos superiores lo que lleva a utilizar el mínimo mobiliario. La zona de ventas se restringe a la planta baja, ocupando la zona de almacén, antes también los talleres, las plantas superiores. El acceso se realiza desde la calle Sierpes, centrado en la fachada, que consta de escaparates a su izquierda y a su derecha "que hace esquina volviendo por calle Rioja-. La gran altura del bajo se organiza a partir de un apilastrado que divide la fachada en tres tramos desiguales y conduce a una estructura de basamento de mármol, paño central, ocupado por los vidrios de los escaparates, y coronación, en el que destaca el cuidado trabajo en madera. El conjunto se remata con un cuerpo ciego a manera de entablamento ornamentado con medallones, motivos vegetales y tres "frontones" en los que figuran los rótulos del comercio y la numeración de la calle.

El comercio responde a los intereses formales del propio edificio, siendo soporte adecuado para un cierro de fundición que ocupa el principal, un piso superior bajo una gran cornisa, que repite en sus arcos extremos la geometría  de los "frontones" del comercio, y otro de coronación. En los dos últimos se recupera el tipo de ornamentación del bajo. La ornamentación "modernista" se muestra de nuevo adecuada para su utilización en construcciones dedicadas al pequeño comercio donde el "refinamiento" y el "buen gusto" pretenden transmitirse como valores propios de la actividad.


Otro edificio, el número 60 de Sierpes, también de inspiración modernista es el de los antiguos almacenes del Águila de 1.909 y también de José Gómez Millán. De nuevo recurrimos a la web del IAPH




El edificio, que se sitúa en la esquina formada por las calles Sierpes y Jovellanos, por tanto en la zona comercial de referencia en Sevilla, se construye desde el chaflán, llevando a él el acceso principal del comercio, los balcones que se repetirán con variaciones a uno y otro lado o el remate en el que figura la fecha de inauguración del edificio.

Consta de cuatro plantas, unidas baja y primera (tratada como entreplanta) en un zócalo en el que el revestimiento avitolado de las fábricas simula un almohadillado a la manera de los palacios florentinos renacentistas, que intenta transmitir solidez al arranque del edificio. En estas plantas los huecos se mantienen en el plano de la fachada mientras que en la planta principal se transforman en balcones.


Sobre el clasicismo de la fachada se superpone una singular ornamentación modernista a base de elementos vegetales y trazados geométricos, curvos o rectilíneos, realizados en la misma fábrica entre los que aparecen motivos que evocan elementos náuticos (timones  o la rosa de los vientos) y en elementos de forja que ocupan, además de la rejería de los balcones, los remates de la fachada. Mantiene el uso comercial, si bien ello ha supuesto la continua transformación de los espacios interiores.




Otro edificio de gran interés en la calle Sierpes, concretamente en su número   es el denominado Auto Ibérica de los hermanos Aurelio y Antonio Gómez Millán y que se considera un antecedente de la arquitectura racionalista. Ya nos hemos referido a este edificio profusamente en otra entrada 

(http://robertopaneque.blogspot.com.es/2014/08/otras-obras-relevantes-del-racionalismo.html)





Muy próximo a este inmueble, se alza uno de los, a mi juicio, más hermosos edificios regionalistas de Sevilla. Se trata del denominado edificio Laredo, del arquitecto Balbuena y Huertas.





Siguiendo la web del IAPH


Si bien las recientes transformaciones generales del inmueble han modificado sensiblemente los interiores del mismo, el conocido bar que ocupa la planta baja se mantiene como fue concebido por su autor, quien contó con la colaboración de diversos artistas plásticos, entre los que cabe citar al pintor José Ruesga Salazar. El exterior del edificio, magnífico ejemplo de la utilización del ladrillo aplantillado con el que se levantaron algunas de las mejores realizaciones del regionalismo en nuestra ciudad, se alza en el encuentro de la más famosa de las calles de Sevilla con la plaza de su Ayuntamiento. La cronología que puede observarse en la bibliografía abarca un amplio periodo temporal (1918-1945) de intervenciones que van configurando la realidad del Laredo, desde el edificio hasta la conformación del bar.

Tipologías Actividades:  

·       Oficinas Gestión administrativa; Edad Contemporánea 1919
·       Bares Comercio; Edad Contemporánea 1945

Agentes

·       Arquitecto Sánchez, Juan Manuel;  Bar 1945
·       Arquitectos Balbuena y Huertas, Ramón; Proyecto y Dirección de obra 1918
·       Arquitecto Cuadrillero Sáez, Manuel; Proyecto ampliación 1927
·       Constructores Yanguas Santafé, Jesús; Ejecución ampliación 1927
·       Pintores Ruesga Salazar, José; Pinturas del bar






Por último, nos fijamos en el edificio de Espiau y Muñoz de 1.912 en el número 13 de Sierpes conocido como La Catalana




Dice el IAPH


Situado en la más comercial de las calles de Sevilla, en Sierpes, se reclamaba de la arquitectura que se levantaba en la misma una dotación extra de significación, valorándose las referencias decorativas que podían aportar aspectos historicistas de reconocida validez social, acordes al fin comercial que la justificaba. Lo decorativo se hace por tanto protagonista de la edificación, que incluso introduce el escudo de Cataluña como un aporte simbólico más del conjunto, cuya decoración establece, en opinión de Villar Movellán, un puente entre lo sevillano y lo catalán, en la línea de Domenech y Montaner. Si bien el aspecto externo se mantiene desde su origen, sí ha sido alterada la planta baja comercial. La fachada, compuesta como si de un retablo barroco se tratara, consta de tres calles verticales, la central levemente más ancha que las dos laterales, simétricas éstas respecto a la anterior y ligeramente sobresalientes. En el piso principal la calle central se adintela en tanto que las laterales se cierran con arco rebajado que se hace doble arco en el piso segundo, convirtiéndose en un balcón en el último piso, en el que se reconstruye la alineación del plano de fachada; los vuelos de los balcones causaron problemas legales con el Ayuntamiento.


Fue la única de las cuatro obras de Espiau presentadas al concurso para la construcción y reforma de fachadas de casas de estilo sevillano que fue desechada del mismo, quizás por la presencia de las barras de Cataluña en el centro de la fachada y algunos recuerdos modernistas que mantiene la misma.




En tercer lugar, recorremos lo más relevante de la calle Tetuán. En el número 3, encontramos esta casa de pisos y locales comerciales de Vicente Traver y Tomás de 1.928.





Aunque con número de gobierno en Muñoz Olivé 2, esta casa de pisos de Aníbal González presenta fachada a calle Tetuán




Es del año 1.917 e incluye locales comerciales y viviendas.





Para acabar, en Tetuán 1, de 1.919, este edificio de Talavera y Heredia, conocido como edificio Ocaña Carrascosa. Según la web del IAPH


Concebida para aunar la vivienda colectiva con el uso comercial en una calle que, por su inmediatez a la de Sierpes, participaba del impulso de aquella, el edificio, de una notable altura, apuesta por una imagen singular. Talavera busca el equilibrio en la composición de las fachadas, con el control de los vanos, concentrando el ornamento en el recercado de los mismos y valorando la esquina con la presencia de un torreón. La planta baja se resuelve en unidad con la planta de entresuelo, con arcos de medio punto, a partir de la cual vuela el volumen que acoge las demás plantas, en respuesta cercana formalmente a la que utilizará el propio Talavera en la calle San Pablo.




La casa se realiza entre 1927 y 1929 para Faustino Valdés y Emilio Panduro Cadaval, pasando luego a propiedad de Teodoro Ocaña Carrascosa, siendo uno de los edificios para viviendas de alquiler que realiza Talavera y en el que simplifica los temas neobarrocos, como hace también en el edificio Sánchez Talavera en calle Menéndez Pelayo esquina a Demetrio de los Ríos, la casa Íñiguez en calle San Pablo 17, o la Ferrero de Andrade en Amor de Dios 44.


Agradeciendo como siempre su interés (se supone) y atención (también), nos despedimos. Hasta la próxima J

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