Vamos a dedicar este cuarta entrada dedicada al barrio del Porvenir recorriendo las calles Juan Pablos, Colombia y Valparaiso, que están situadas en el extremo sur del barrio, las dos primeras, paralelas a Felipe II y la tercera, perpendicular.
En los números 1 y 3 de Juan Pablos (y conjuntamente con el 73 de avenida de la Borbolla) se alzan estos edificios ya de postguera (de 1940) pero de notorios aires regionalistas. No está documentado el arquitecto.
Número 1:
Número 3:
En el número 2 de la calle, este unifamiliar de 1.934 de Delgado Roig, reformado en varias ocasiones:
Esta residencia unifamiliar del número 5, de 1.940, es de García Herrera:
De 1.920 es esta residencia plurifamiliar del número 15 de Juan Pablos:
Y de 1.904 este otro del número 18. En ambos casos no está documentado el arquitecto:
En los números 17 y 19, sendos edificios de Aurelio Gómez Millán. El del número 17 es de 1.958:
Y el del 19, de 1.953:
Vamos a acercarnos ahora a la calle Colombia, donde nos detendremos en cuatro edificios. En primer lugar en los inmuebles de los números 1 y 3 de González Rojas de 1.924. El del número 1:
Este es el del número 3, ambos enfrente del Colegio Compañía de María:
En el número 7 de Colombia, en 1.927 edificó López Sáez este unifamiliar. Con anterioridad fue una guardería y ahora está ocupado por un restaurante:
De 1.930, en el número 132, de Traver y Tomás:
Esta Vamos ahora a Valparaiso, donde nos fijaremos en tres edificios. En primer lugar en el número 7 este edificio de los años 30 (no está documentado el arquitecto):
De 1.925 es este inmueble de los números 8-10 de Redondo García, acabado por Aurelio Gómez Millán:
Este chalé de los años 20 del número 34 de Colombia fue reformado en 1.933 por Arévalo Carrasco y Galnares Sagastizábal:
Esta residencia unifamiliar del número 5, de 1.940, es de García Herrera:
Para
finalizar, vamos a referirnos a una manzana de viviendas de 1.976 comprendido entre las calles Juan
Pablos, Progreso, Valparaíso y Colombia. Sus autores son los arquitectos
Villanueva Sandino, Gómez-Estern Sánchez y Barrionuevo Ferrer (Francisco) para
la constructora y promotora Navicoas. En el solar donde se levanta el edifico
había una fábrica llamada La Veneciana. El edificio tiene protección “C” en el
planeamiento urbanístico. Traemos a colación esta manzana por suponer una
construcción que se integra perfectamente en un barrio con un gran valor
edificatorio, creando nuevos valores arquitectónicos en el entorno.
La
imagen y texto provienen de la base de datos del patrimonio inmueble de
Andalucía, accesible en el siguiente enlace:
Se trata de un solar prácticamente rectangular de 92 x 60 metros del que los lados mayores se alinean paralelos a las calles Valparaíso y Progreso. Las esquinas se resuelven mediante chaflanes de aproximadamente quince metros en la confluencia de las calles Juan Pablos y Valparaíso, y de doce en las tres restantes. La superficie del solar es de 5.391,84 metros cuadrados. Existe un desnivel de aproximadamente un metro hacia el interior del solar: jardín arbolado con palmeras y otras especies que se intentaron respetar en el proyecto y en el transcurso de la obra.
El proyecto decide una separación de tres metros de las calles Colombia y Juan Pablos, y cuatro metros y medio de las calles Valparaíso y Progreso, liberando al interior un rectángulo libre de 64 x 24 metros, lo que supone una superficie libre real de 2.707,55 m2, superior a la exigida.
La solución adoptada consiste en la realización de una manzana cerrada, de cuatro plantas de altura, manteniendo al interior un espacio libre, rectangular, que respeta la arboleda del jardín preexistente a una cota inferior a la de la calle. Los aparcamientos se sitúan en semisótano lo que permite que se abran a este jardín, que también es de acceso a los diferentes núcleos de comunicaciones verticales que dan servicio a ocho viviendas cada uno, resolviéndose el acceso a la manzana, para vehículos y peatones, sólo desde la calle Juan Pablos.
(…)
La imagen exterior de la manzana, ejecutada fundamentalmente en ladrillo cara vista tipo Mensaque, es de gran limpieza: se descompone volumétricamente en piezas más unitarias en las esquinas y en los lienzos alineados a las calles, organizados en franjas verticales mediante apilastrados de ladrillo entre los que se ubican unas piezas ranuradas prefabricadas de hormigón, como antepechos, y la carpintería de los huecos de ventanas. Las pilastras de ladrillo se prolongan como pantallas perpendiculares a fachada en la azotea, resolviendo de esta manera la privatización de las terrazas vinculadas a las viviendas de la planta inferior”
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