Bajo este sugerente título, iniciamos una serie de entradas, dedicadas no a la arquitectura del futuro que está por venir, si no a la del sevillano barrio del Porvenir. El Porvenir es el sector 24 del Conjunto Histórico declarado de Sevilla y en su virtud es objeto del Plan Especial de Protección y cuenta con protección urbanística y un Catálogo de fichas patrimoniales desde 2.003.
El barrio está delimitado por las calles avenida de la Borbolla, Montevideo, Cardenal Bueno Monreal y Cardenal Illundain.
El Porvenir comenzó a edificarse a principios de siglo XX, con una especial vinculación a la Exposición Iberoamericana de 1.929, como puede verse en el nombre de sus calles, por ejemplo, Porvenir, Progreso, Exposición, Río de la Plata, Colombia, Brasil, Bogotá o Montevideo.
El primer tercio del siglo es un momento boyante para la construcción, tanto la pública como la privada. La nómina de arquitectos que dejan su huella en el barrio es completísima. Básicamente son de la generación regionalista, sin perjuicio de algunas obras modernistas o racionalistas o de edificios de los ´50 o incluso más recientes. Así hay que citar a: González Rojas; López Sáez; Traver y Tomás; Fernández de Heredia; Granados de la Vega; Bringas; Martínez y Más; Arévalo Carrasco; Gutiérrez Moreno; Pérez Bergali; Gómez Millán, Antonio, José y Aurelio; Sánchez Núñez; Magdalena Gallifa; Balbuena y Huertas; Redondo Marín; Delgado Roig; Barrionuevo Ferrer; García Herrera; López Carmona; Yanguas Santafé y por supuesto Espiau y Muñoz, Talavera y Heredia y Aníbal González.
El hecho de construirse tan alejado del centro histórico permitió bastante libertad y creatividad a los arquitectos y, a la vez, la existencia de suelo permite la edificación de muchas residencias unifamiliares con jardines exentos.
El Catálogo de fichas patrimoniales del sector recoge del orden de 130 edificios con figuras varias de protección, fundamentalmente de los tipos "C" y "D", protección parcial de conjunto o elemental, son edificios que sin alcanzar niveles de protección integral o global, pertenecen a tipologías edificatorias protegibles o son merecedoras de protección por su significación en la historia de la ciudad.
Todo ello, sin olvidarnos lógicamente del edificio histórico por excelencia del barrio, que es la Iglesia de San Sebastián, cuyo edificio original data del año 1.500.
Hay una serie de calles que concentran gran número de estos edificios, como Brasil, Porvenir, Progreso o Montevideo. Pues precisamente a la calle Brasil vamos a dedicar esta entrada y ya, sin más preámbulos, nos vamos a recorrerla.
En el número 2 de la calle, el primer edificio en que nos fijamos, de Gutiérrez Moreno del año 1917:
Del mismo arquitecto y año el majestuoso inmueble del número 4:
Más edificios de Gutiérrez Moreno en los números 3 y 5 de Brasil:
El siguiente inmueble es de 1920 de Pérez Bergalí:
No está identificado el arquitecto de este inmueble de 1923 del número 8:
En el número 11 encontramos este edificio de Antonio Gómez Millán:
De Talavera y Heredia, de 1928, esta residencia unifamiliar del número 17:
Espiau y Muñoz en 1917 diseñó este edificio en el
número 18:
En el 19, del año 1923, este edificio de Sánchez Núñez:
A continuación dos inmuebles de Ricardo Magdalena Gallifa de 1929, en los números 21 y 23:
Brasil 24, Balbuena y Huertas, 1919:
Talavera y Heredia, 1921, número 26:
En los números 28 y 30, dos viviendas de Redondo Marín:
González Rojas, número 32, año 1950. Este es el inmueble protegido de la calle más moderno:
Redondo Marín de nuevo, en el número 34, año 1927:
Por último, en el número 36, de 1931, edificio de Aurelio Gómez Millán:
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