¡¡¡Nueva entrada en
el blog: El mudéjar turolense visto por un sevillano!!!
Comenzamos esta nueva entrada presentando al trío de arquitectos que constituyen la columna vertebral del regionalismo arquitectónico sevillano: Aníbal González, José Espiau y Muñoz y Juan Talavera y Heredia.
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| A. González |
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| J. Talavera |
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| J. Espiau |
La pasada semana nos estrenamos en este blog proponiendo un "top ten" de la arquitectura regionalista sevillana y presentamos las cinco primeras obras arquitectónicas de nuestro elección. Las recordamos:
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| Pabellón Mudéjar |
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| Plaza de España |
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| Hotel Alfonso XII |
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| Edificio Coliseo |
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| Edificio Telefónica |
Hoy, en esta segunda entrada del blog, vamos a completar esta lista de las, a nuestro juicio, diez obras más destacadas del regionalismo. (En nuestra anterior entrada, hablamos de decálogo, pero un listado de diez obras arquitectónicas no lo es; el decálogo por excelencia son los Diez Mandamientos, el decálogo tiene carácter prescriptivo, no enumerativo).
Entrando ya en materia, la siguiente obra, que desde su construcción ha sufrido numerosas transformaciones en su interior, es el conocido como edificio Laredo, así llamado por el bar que hay en el bajo. El arquitecto fue Ramón Balbuena y Huertas. Como anécdota podemos señalar que los actuales gestores del bar (Robles Laredo) indicabann en su web que el edificio es de Aníbal González. Por advertencia nuestra lo corrigieron. Inicialmente el edificio era una casa de viviendas para José de los Reyes.
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Otra de las obras que no podemos dejar de recoger en esta deca-clasificación es la "Capillita" del Carmen, que refleja la genialidad de Aníbal González, al ser capaz de decir tanto y de forma tan bella en tan pequeño espacio. Y en un lugar, sin duda, espectacular: allende el Betis y en la puerta de Triana. El ladrillo, la cerámica, el simbolismo Giralda/Torre del Oro... conforman un conjunto genial.
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En la "milla de oro" del regionalismo que conforman la Avenida de la Constitución-Plaza Nueva, hemos ya tenido la oportunidad de conocer alguna obras singulares como el Coliseo, Laredo, Telefónica y otras muchas a las que no podemos referirnos. Sí nos gustaría referirnos a un edificio que si antes era conocido como el edificio de la aseguradora La Adriática, hoy lo identificaríamos mejor por la confitería Filella y hace ya unos años porque albergaba la sede de la ultraderechista Fuerza Nueva. Se trata de un hermosísimo edificio de José Espiau de clara inspiración neomudejar:
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También de bella factura neomudejar y a escasos minutos del anterior, en la calle Martín Villa, podemos disfrutar de otro hermoso edificio regionalista de Aníbal González, la denominada casa de Manuel Nogueira, con toda una lección de arcos de medio punto, herradura, etcétera.
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Ya advertíamos en nuestra primer entrada lo injusto de una clasificación del regionalismo, dado que era imposible sintetizar en diez obras toda la ingente labor constructiva de una amplia generación de arquitectos. Edificios de viviendas unifamiliares y pisos, edificios administrativos, escolares, industriales... se nos quedan fuera por imposibilidad de espacio. Numerosísimos edificios de Nervión, Triana, La Palmera, El Porvenir, etcétera a los que no hemos podido dedicarnos, al menos todavía.
Para completar los diez edificios del "top ten" vamos a referirnos a un edificio que quizás no sea el más turístico, pero que a nuestro juicio es de gran valor simbólico. Nos referimos a la manzana de "viviendas baratas" que construyó Anibal González en la avenida Ramón y Cajal. Según la Base de Datos del Patrimonio Inmueble de Andalucía: "Las viviendas que para el Real Patronato de Casas Baratas construyera Aníbal González entre 1921 y 1922, el que el arquitecto regionalista conjuga estilo historicista con criterios de racionalidad y economía que siempre demandan las viviendas sociales, llegando además a dar una respuesta urbana de indudable valor"
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La lectura, el análisis, la contemplación de la arquitectura regionalista engancha, es una adicción que te lleva a dedicar muchas horas a disfrutar de este concepto arquitectónico en una ciudad donde la estética es genética. Si traspasas la puerta, ya no hay marcha atrás. Siempre querrás más. Lo mejor es que es una afición muy económica: basta con una conexión a internet, una cámara de fotos, algunos libros y muchas ganas de pasear.
En fin, agradezco el tiempo que dedican a leer este blog y espero sus críticas y comentarios para poder mejorarlo. También espero saber contagiarles mi entusiasmo.
